EL MIRADOR DE LOS REYES MAGOS

            

EL GRAN JUGUETE DE LA POSGUERRA

  El mirador de mi casa, fue el primero que se construyó en el pueblo. Sobresaliente poco más de un metro de la línea de fachada, estaba acristalado por el frontal y por los laterales para cumplir su misión: ver a la gente que pasaba por la calle desde  la altura de la planta de arriba.

 Sin embargo, en mi niñez siempre creí que mi padre lo habia mandado construir para que los Reyes Magos nos dejaran allí los regalos, pues fue asi desde tan niño como para que no recuerde cuando comencé a percatarme del milagro de que al dejar en la noche de reyes mis gastados zapatos de charol, perfectamente alineados y limpios en el suelo  del mirador, por la mañana aparecieran como por ensalmo las ricas peladillas alcoyanas, los mazapanes de Toledo y algún juguete que otro, tales como  cochecitos de hojalata, caballitos de barro cocido y poco más pues esas cosas fueron de las primeras que recuerdo, cuando ya habían pasado los dos primero años de posguerra, en los que según  mi hermana Aurora me ha contado, ella y nuestra hermana Consuelo,  estuvieron hasta las tantas de una víspera de Reyes, asando boniatos en el rescoldo de la lumbre de la chimenea para tener algo dulce  que  ponernos en el mirador, a mi hermano José María y a mí. Luego vendrían los juguetes más acordes con la edad y con las circunstancias económica de la posguerra, que yo nunca supe las que eran,  pues aunque a los siete años escribí mi primera carta a los reyes, más o menos legible, me asombró que ese año no me dejaran los regalos que les habia pedido en la carta que les envié por correo, como  hice en años sucesivo con igual resultado y que mis hermanas mayores justificaban diciéndome que quizá se le habían acabado los regalos que yo les pedía, antes de pasar por el mirador. Yo lo daba por bueno, pero un año y otro insistía en que me trajeran éste o aquél regalo que habia visto en las escasas tiendas del pueblo en las que,  según nos decían los mayores, solían cargar los reyes sus regalos. Hasta que por fin y tras reprocharles en mi carta el que nunca me traía lo que les pedía, hicieron caso y me trajeron el caballo de cartón que habia visto en la tienda de Joaquín “el jaulas”. Caballo de tal tamaño y consistencia que aguantaba mi peso ya que a mis nueve años y flaco como estaba no sería mucho y me permitía montarlo.

Aquel año fue el más feliz día de reyes de mi corta existencia. Aquella mañana se produjo el milagro de que, ¡por fin!, los reyes, hubieran hecho caso a mi carta, reservándome ese caballo que al verlo tan gigante en el mirador pensé que yo era el príncipe de los cuentos de mi madre y hasta podría volar cabalgando sobre él.  Y como tal príncipe me sentía, cuando lo saque a la plaza del casino y muchos niños se arremolinaban a mí alrededor con caras de asombro, en las que yo no podía ver la envidia pues aun no sabía lo que era.

  Luego en mi jardín, subido a sus lomos y  en la mano con una espada de madera de las que hacíamos mis hermanos  y yo con las varillas de una especie de parrilla en las que venían enrolladas las telas que mi padre vendía en su tienda-sastrería, me creía el Príncipe Valiente cabalgando para ir a salvar a los buenos, que no sé cuáles eran, pero sí que habia buenos y malos como nos decían en la catequesis.

 Agotado de un día de emociones sin cuento y cabalgadas estáticas, quise llevarme el caballo a mi habitación para sentirlo cerca de mí en la noche, pues era tanta mi alegría y mi sorpresa que hasta pensé en la posibilidad de que los reyes se hubiesen equivocado de niño y por la noche, al igual que lo habían dejado, volvieran para  llevárselo a ese niño imaginario  al que siempre le dejaban los regalos que yo pedía. Sin embargo, alguien de los mayores de mi casa dijo: “Pero donde vas con el caballo a la habitación. Déjalo ahí que nadie te lo va a robar”. Y lo deje al aire libre en algún rincón del huerto, quizá bajo un limonero como protección y enmascaramiento. Pero esa noche, la noche de uno de los mejores días de mi vida de niño enfermizo y débil, los elementos trocaron en tristeza y desesperación la alegría de un día inolvidable. Mientras soñaba y hacia planes para los juegos del día siguiente, los cielos se abrieron y tras los rayos y truenos, dejaron caer sobre mi huerto el mayor chaparrón de los que por entonces tuve noticia, y al  levantarme más temprano que otros días para gozar de mi caballo, el huerto estaba inundado y mi caballo habia perdido los vistosos colores de las crines, de la cola y del cuerpo y los negros ojos que parecieron mirarme cuando lo vi por primera vez el día anterior en el mirador, se habían derretido en dos grandes lágrimas negras y tan dolorosas, como las que yo derrame cuando el gris del cartón flácido y arrugado, estaba a punto de deshacerse sobre la plataforma de madera con ruedas de hojalata sobre las que se apoyaban las patas.

  Pasaron dos o tres años y aunque mis cartas a los reyes  estaban mejor escritas, nunca volvió a haber coherencia entre los que pedía y ellos me traían, pero si en las razones que mis hermanas me daban para justificar el porqué. Razones que empecé a entender por pequeños detalles de cómo llegaban los regalos de los reyes al mirador: pasos en la noche, cuchicheos de mis hermanas cuando pensaban que ya estaría dormido teniendo en cuenta lo pronto que me habia acostado,  y envolturas sospechosas  que días antes habia visto escondida en algún rincón de un cajón de la  gigantesca  cómoda herencia  de mi abuela materna y que luego aparecían envolviendo los regalos, más lo que me decían algunos amigos mayores que yo o de mi  misma edad a los que otros niños o sus propios padres le habían abierto los ojos a la triste realidad de que los Reyes Magos eran los padres y que si a muchos de ellos ya no le traían ni siquiera golosinas, cuanto menos juguetes, era porque los suyos eran pobres y no teniendo apenas para comer y ni siquiera zapatos donde los reyes pudieran dejarle los regalos, pues calzaban alpargatas de esparto y lona, se tomaban la revancha rompiéndonos la ilusión  a los que nunca nos traían lo que pedíamos, pero siempre nos traían algo.

 Durante un tiempo luche contra la evidencia de los detalles delatores que venían a romperme una ilusión tan querida. No podía, no quería aceptar la realidad a la que me rendí cerca ya de los doce años, porque considere absurdo seguir mintiéndome y haciéndome el ignorante ante mis padres y hermanos mayores, a los que, ingenuo de mí, confesé que estaba al tanto del secreto. Y asi se acabaron para mí las visitas de los reyes al mirador y la magia de las mañanas al encontrar los regalos en mis zapatos de charol. Sin embargo, durante un par de años más, quise seguir gozando de aquella mentira que vino a romper lazos con mi niñez y yo mismo me compraba algún juguete en la tienda de Joaquín “el jaulas” y le pedía a alguna de mis hermanas, que siguiera haciendo de reyes y me los dejaran en los zapatos para seguir sintiendo unos años más la emoción  y el asombro que me producía el encontrar en la mañana del día de los Reyes Magos, los regalos que me habían dejado en el mirador de mi casa

Carlos Bermejo

San Vicente, 27 de diciembre de 2015

EL PEDAGOGO, POETA Y ESCRITOR, JUAN ANTONIO URBANO CARDONA, COMENTA EL LIBRO AUTOBIOGRÁFICO DE CARLOS BERMEJO "HISTORIA DE YO"

 
         

JUAN ANTONIO URBANO CARDONA, pedagogo, poeta y escritor de reconocido prestigio, ha tenido la deferencia de comprar y leer mi libro autobiográfico HISTORIA DE YO. Tras su lectura ha hecho una breve y  aséptica sinopsis sobre lo que ha encontrado en el libro, que copio a continuación:

Historia de Yo. Relato autobiografiado de Carlos Bermejo.     

De forma sencilla, sin florituras literarias ni complejidades de estructura, con lenguaje asequible, a veces con giros populares muestra Carlos Bermejo de forma amena su vida, experiencias y recuerdos, especialmente su despertar sexual, con la nitidez del que habla a un amigo a quien se le abre el alma para dejar descanso a los engranajes que le han hecho funcionar su ser hasta convertirle en el “yo”, en su propio “yo”.

En esta autobiografía, especialmente, el autor realiza una especie de “striptis integral” de su propia vida, de sus más íntimas experiencias y emociones, pensando en voz alta y sacando de sus más profundos adentros las sensaciones que ha ido sintiendo, la forma de ver la realidad desde su particular prisma influenciado, como cualquier persona normal lo es, por la educación recibida en una familia, en su caso, de “buena posición” en la posguerra española, y por las personas que más han influido en su educación, en su formación y en la manera de destilar los aprendizajes que la vida y la experiencia le han ido ofreciendo a lo largo de las distintas fases por las que su desarrollo físico y psicológico le ha ido llevando. Hablamos de su madre, especialmente, de la figura de su padre y lo que representó para él en su infancia tomando a ambos como ejemplo de posicionamiento ante la vida. Habla también de una forma natural y transparente de los personajes con los que se ha ido cruzando en su recorrido por los distintos senderos que paulatinamente le van llevando a alcanzar cotas de madurez parejas a la edad por la que iba pasando.

El sexo, como experiencia vital, como ventana de los sentidos, como desarrollo mental y posicionamiento existencial en su propia persona, con las influencias de la época por las bases morales que predominaban en esos momentos acompañan al protagonista llevándole de la mano hasta conocer a la que sería su esposa, Loli, la mujer que le daría el amor que necesitaba para ser plenamente hombre de pleno derecho y, además, feliz.

  Juan Antonio Urbano Cardona

JOSÉ LLOPIS, EL HUMANISTA DE DE LA VEGA BAJA, COMENTA MI LIBRO "HISTORIA DE YO"

¡¡A sus órdenes mi Comandante!!

Aún recuerdo mis mozos años de soldado en África –Targuist, Villa San Jurjo, Villa Nador y Melilla la Vieja-  en Regulares del Rif número 8  en el Zoco Had de Benichicar al pie del Gurugú entre Melilla y Nador; como saludaba a mis superiores por educación y por obligación, aquello de ¡¡a sus órdenes mi Comandante!!

          He conocido recientemente, haciendo un nuevo amigo, al Comandante y al pintor paisajista Carlos Bermejo. Es actualmente el secretario de la Asociación de Artistas Alicantinos. Le conocí por haber expuesto en la sede de Alicante recientemente mis cuadros y que él tuvo la deferencia de presentarme con mucho afecto y puso el título de “Pintar para seguir viviendo” a mi trabajo.

          Carlos es un hombre serio, afable donde los haya y comprometido con el trabajo que ostenta y dispuesto siempre a ayudar con una amabilidad indescriptible o exagerada al pintor desorientado, y más en mi caso, si mis pinturas, por mi versatilidad, eran difíciles de clasificar.

          Carlos Bermejo y yo somos casi paisanos. Dirán que en qué se parece un murciano a un alicantino. Indudablemente en casi nada, solo en la proximidad. Pero ¿en qué se parece un murciano de Molina de Segura a un alicantino de Catral,  de la Vega Baja del Segura, que ha bebido desde niño el agua del Río Segura y hablado el “panocho murciano”? en todo.

Carlos siguió la carrera castrense hasta llegar a comandante, y yo me hice maestro en Murcia, ejerciendo hasta que por consejo del mejor psicólogo del siglo XX, me dediqué a la Alta Psicopedagogía para tratar a niños con Parálisis Cerebral y a los Superdotados y Talentosos.

Y debido al título de la novela de Carlos Bermejo: “Historia de Yo” permíteme que refuerce la memoria de los no avezados. El Ello, Yo y Superyó son conceptos fundamentales en la teoría del Psicoanálisis  con la que Sigmund Freud intentó explicar el funcionamiento psíquico del inconsciente humano. El Ello, es la parte primitiva, desorganizada e innata de la personalidad. El Yo, es un ejecutor de la personalidad: “ahora debe decir esto…”.”ahora deberá salir…”. El Yo elevado y desorganizado puede conducir al egolatrismo. El Superyó, representa los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura.

Quiero abundar en algo más, o sea, en la  madurez de los niños. Para calificar a un niño  de superdotado hay que atenerse a los Tres Anillos de Renzulli: Capacidad por encima de la media, Creatividad e Implicación en la tarea. Pero si un niño no da más, o si un niño no ha llegado a desarrollar la Etapa Formal, será retrasado según Piaget, es el niño en el que no aparecen las estructuras lógicas ni opera con conceptos ni trabaja sobre hipótesis.

Pero en cuanto a Carlos Bermejo, y sonrojándome, sí amigos, sonrojándome, confieso que hice un infausto juicio de valor y me equivoqué al tener en mis manos y ojear, que no hojear, su “Historia de Yo”.

Pues bien, hecho este preámbulo, porque me creo en derecho de afirmar si un niño es listo, incluso superdotado o talentoso. Este libro, me dije, es la demostración palpable de un ególatra imposible, porque nos va a contar las correrías de un apuesto militar ascendido de soldado a suboficial, de suboficial a oficial y de oficial a jefe, es decir, a comandante. Vamos, que Carlos nos iba a aburrir con las historietas del desfloramiento de doncellas o del corneamiento de maridos. Pero no, reconozco que me equivoqué, repito, que no dí ni una, porque Carlos es un fruto inmaduro de la posguerra donde tuvo que sufrir la represión sexual de unos padres clericales de rosario y misa diaria; también, de unos curas que nos decían que nos quedaríamos ciegos si practicábamos el “onanismo”. Piensen que por tan “liviano pecado” nos privaría la iglesia de ir al cielo, que estaba hecho de turrón y peladillas, según mi párroco, o ir al infierno por masturbarte a consumirte en el incombustible y horrendo fuego eterno.

          Así, y con aquella educación sexual retrógrada llegó el joven y apuesto murcianico a la capital del reino, Madrid.

Él no quería ser militar. Carlos quería ser escritor. No quería ser filósofo como Sócrates, Platón o Aristóteles. Algo más sencillo pero inconmensurable. Quería ser un Dostoievski, Flaubert, Borges, Federico García Lorca, en sus poemas de Poeta en Nueva York o Yerma, o acaso, un Valle Inclán en Sonata de Primavera. De ahí que buscara las tertulias del Café Gijón o del Ateneo donde escuchaba, entre otros, al que pasado el tiempo sería Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, y otros no menos importantes literatos o poetas para luego él hacer sus pinitos de escritor que ha terminado en esto.

          En cuanto al aspecto documental el escrito es ameno, y sobre todo, para los que hemos vivido algo de vidas paralelas al salir de nuestros pueblos muy jóvenes y tenernos que enfrentar solos y con muchas carencias económicas a una vida alejada de nuestro terruño  y sin el  calor de nuestros padres y hermanos y que por su lejanía añoramos y lloramos muchas noches de silencio y abandono buscado por nosotros. Carlos, sé que lo pasaste bastante mal, pero cuando algo se quiere, a veces, el peaje que se paga es muy alto, lo digo por experiencia porque, entre otros avatares, conocí el amplio pasillo para ir a los aseos del cine Carretas y el miedo que pasé con los “desviados”, que no gays, tirados por los suelos y el acoso en las butacas.

          Podíamos decir, para los que  somos muy mayores, que han pasado ya desde que Carlos se fue a Madrid hasta hoy, “casi un millón de años”.

          La narrativa de Carlos es prosa poética de fácil lectura. Relata con amenidad desde su infancia a la boda de “un crío con Dolorsitas la Pantoja”. Es una prosa poética, como dije, cargada de erotismo, a veces, sublime. Carlos toca con sutileza sus enamoramientos y fracasos, que solo él se atreve a confesar. Su tono es íntimo. Las palabras, las frases y los párrafos están muy estudiados y medidos. Parece increíble que un machito hispano en vez de contar bravatas en cuanto a lo sexual casi solo cuente sus fracasos, pero nos deleita con su cordobesa Loli de la Rambla de Córdoba. Su amor verdadero, la que después sería madre de sus cuatro hijas y abuela de sus seis  nietos.

 En literatura tú has utilizado la forma de expresión que has querido y lo has dicho como has deseado. Pero has procurado que tu Narrativa dijera algo o enganchara. Y es así como tu argumento de ·Historia de Yo· es atinado, ameno y refrescante en la exposición. Deleita, atrae y subyuga. Cada capítulo te lleva al otro con fruición. Y esto, quizá, querido amigo, es lo que busca un hábil lector de la buena literatura. La buena literatura es la que no te deja ni un instante libre para pensar en algo que no sea en el argumento del libro presente o en el capítulo siguiente. Y esto,  lo has conseguido con largueza. Así es, como el lector espera, querido Carlos, tu nuevo libro y que ya está tardando. Un abrazo y ¡¡enhorabuena!!

José Llopis Flores

Prof. de Técnicas Madurativas

COMENTARIO DE PEDRO ORTIZ SOBRE MI LIBRO “HISTORIA DE YO”

Mi querido amigo y compañero Pedro Ortiz, después de leer mi libro autobiográfico HISTORIA DE YO, me envía su autorizada opinión sobre el mismo. Yo se la agradezco en lo que vale por ser la de una persona de amplios saberes culturales, pintor y editorialista del Boletín de la Asociación desde hace muchos años, moderador  de  LAS TERTULIAS DE LOS JUEVES, y durante algún tiempo, vicepresidente de la ASOCIACIÓN DE ARTISTAS ALICANTINOS.

   COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO DE CARLOS BERMEJO “HISTORIA DE YO”

Vaya por delante, que no me quiero erigir en absoluto como crítico literario ni mucho menos, este es un comentario de un amante de la cultura, el arte, la lectura y la escritura y estas son mis impresiones tras la lectura de dicho libro.

 En principio tengo que decir que he quedado gratamente sorprendido en términos generales, que una persona como Carlos que aunque ya tiene algunas experiencias en la escritura, pero que no es un profesional de la literatura haya conseguido escribir con tanta soltura y gracia para atrapar al lector con una historia personal que apriorísticamente hubiera podido resultar aburrida, pero nada más lejos de la verdad resultante, y eso es a mi juicio, porque aparte de contar su historia, de la primera parte de su vida, infancia, pubertad, adolescencia y juventud hasta culminar en su matrimonio, nos va haciendo un somero retrato social de aquella España, en la cual los que tenemos determinados años nos vemos identificados con muchos aspectos que se vivieron en aquellos años.

 Y por otra parte utiliza una prosa muy asequible y cercana, nada complicada y nos cuenta las cosas y los hechos con sencillez y sin meternos” paja”, defecto en el que incurren autores de mucha fama, no es el caso de esta autobiografía parcial, por otra parte Carlos se ha desnudado, literariamente hablando y nos ha retratado sin tapujos, ni falsa pudibundez sus vivencias más íntimas, que muchos no se habrían atrevido y el con toda naturalidad, nos ha hecho vivir de una forma muy real , todo un torrente de sentimientos, afectos, desafectos, amores, pasiones y erotismo que acompañó esas vivencias, narrándonoslas de forma sincera y muy valiente.

 El resultado es una obra que comienzas a leerla y te apetece seguir y seguir, sin cansarte en ningún momento, es más, al final me hubiera gustado, que la hubiera prolongado y nos hubiera contado algo más de su vida profesional como militar, que a buen seguro, tuvo cosas curiosas y vivencias dignas de que él con su gracia nos las hubiera contado, pero por lo visto, no era ese su propósito, quizás más adelante se anime y lo haga.

 Para mí el único pero son los pequeños errores gramaticales, explicables por otra parte por las razones que él mismo nos narra, que pena que en vez de escoger la carrera militar, no hubiera escogido humanidades, para que hubiera cuajado como escritor profesional, porque desde luego Carlos tiene alma de escritor y muy buenas cualidades para ello, y con esta autobiografía ha quedado de manifiesto, un libro ameno divertido, muy auténtico y aconsejable.

 Pedro Ortiz

OPINIONES Y VALORACIÓN DE MI LIBRO "HISTORIA DE YO"

                                

  Como hoy no hay nada que se venda si no está en el  arca de internet, recojo en este largo escrito (aviso leal a navegantes) las opiniones que ha merecido mi libro “HISTORIA DE YO”, a la venta en AMAZON, apartado de “Historia, biografía y hechos reales”.

JOSÉ MARÍA LÓPEZ CONESA: (Molina de Segura, Murcia 1945) Licenciado en Filología Románica por la Universidad  de Murcia. Divulgado cultural. Ha publicado ocho libros de narrativa: Que se hunda el convento y otros relatos, Servidor de ustedes y amores bajo la Torre Eiffel, Atrapada, Lazos de sangre, Preciada soledad, Turbulencias psíquicas, El diario inconcluso de Belén, Misterio en la cueva y Crimen en la Torre de Montijo. Ha publicado decenas de relatos y ensayos en distintas revistas. Ha cultivado el periodismo en prensa y radio y se ha dedicado a la enseñanza en distintos institutos de la Comunidad de Murcia durante treinta años.

“HISTORIA DE YO, una autobiografía verdaderamente singular, explícita, deletreada “a riego portillo”, donde el autor nada, o casi nada deja a la imaginación del lector”.

“Carlos, presumo, es un artista en cuerpo y alma, pero no al uso.  Sus escritos, para un lector lego, bien podrían ser intencionadamente provocadores, pero nada más lejos de la realidad. Volcar en un escrito el ardiente fuego de la incipiente sexualidad puberal   a pecho descubierto, sin tapujos solo es propio de personas desinhibidas que saben hasta donde pueden llegar en la exposición de los hechos sin mácula, sin la tacha de la zafiedad, lo escabroso  y lo soez.”

“En líneas generales este libro es un amplio muestrario de emociones sexológicas, de represiones  irreprimibles, de avanzadillas, enhiesta la bandera, a la conquista de cuerpos y almas.”

“Llegado a estos últimos apartados del relato, a fuer de ser sincero, debo manifestarles, amable concurrencia, que no hallo las palabras acordes y que definan la aplastante sinceridad, claridad y sencillez las virulentas, apasionadas epopeyas de Carlos y de Loli, de Loli y de Carlos enzarzados en una loca pasión amorosa que desde continuos atisbos e intentonas a “lo menos” concluyen, en una nerviosa e inolvidable noche de boda cordobesa, con el ansiado  climax  de “lo más”. Ustedes son los privilegiados descubridores de los insondables misterios que Carlos destapa  y rescata del inmenso silo que construyó en su alma.”

“Si desean disfrutar con la literatura poética, háganme caso, lean y relean esta admirable obra que, a buen seguro, lo agradecerán.”

 "No conozco en la literatua española obra que exprese un erotismo poético"

                 OPINIONES VERTIDAS EN AMAZON POR LOS LECTORES

Historia de YO

29 opiniones 5 estrellas 25 4 estrellas 3 3 estrellas 1 2 estrellas 0 1 estrellas 0

Valoración media de los clientes: 4.8 de un máximo de 5 estrellas (29 opiniones de clientes) Comparte tu opinión con otros clientes Crea tu propia lista

Por 

Ramon Fernandez - Ver todas las opiniones

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Esta opinión es de: Historia de YO (Versión Kindle)

Para fortuna y gozo de nuestro sentidos, Carlos Bermejo ha escrito una sorprendente autobiografía: "Historia de yo" (Amazon.es, digital, 2014) con gracia y hurgando en los recuerdos más recónditos, donde hace un repaso integral y realista de la vida familiar, de las costumbres de la época, desnudándose interiormente y exteriormente con una escritura directa, amena y fácil de leer. Con esta obra se ha armado caballero de las letras hispanas, porque es un libro diferente si hemos de aceptar que todas las historias contadas son ciertas y sucedidas en su vida, vivas aún en el recuerdo, llenas de añoranza – aunque a veces es cierto que reescribimos nuestros recuerdos- como la necesidad de recomponer nuestra memoria. Aunque es grotesco comparar, opino que Carlos podría ser nuestro Karl Ove Knausgard, sin tuviera un agente literario y la publicidad mediática del noruego, porque en definitiva los dos hacen lo mismo: escribir descarnadamente sobre sus vivencias. (Continuará con un comentario más amplio).

Jesús Lozano Saorin - Ver todas las opiniones

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Tras leer, concienzudamente, el libro de Carlos Bermejo, HISTORIA DE YO he de decir que la redacción tiene un estilo sencillo, ameno, profundo, valiente por cuanto atrevido, sentido y con verdad, al tiempo que con abundancia de datos, pero sin desvelar la identidad de ninguna de las personas involucradas en el relato.
Verdaderamente creo que es una obra de arte, porque como decía Leonardo de Vinci “En la obra de arte debe estar: La sensibilidad del artista y el rigor de sabio, la fuerza de los sentimientos y el orden de la razón”. Y todo ello lo hallamos en esta obra.
Por lo tanto, no olviden “señores” de “Amazon.es”, que este libro merece una edición en papel, por lo que sirve al intelecto de las personas. Éste libro estimula la lectura, nos ayuda asimilar conceptos y conocimientos, nos ayuda aprender, es una conquista del saber. No les quepa duda que publicándolo contribuirán a lo que decía el poeta griego Hesíodo, sobre el saber “si vas almacenando poco a poco y a menudo, pronto tendrás mucho”.
Carlos Bermejo, gracias por regalarnos tu vivir, las cosas mejores del mundo siempre las han hecho personas como tú, las que Gregorio Marañón llamaba “diletantes”, que son según él “los que hacen las cosas por deleite, por amor y no por obligación”.
Jesús Lozano Saorín

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José andres - Ver todas las opiniones

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Elegí esta valoración ***** porque me lo he pasado muy bien leyéndolo.

Me ha gustado mucho el tema de las vivencias y las travesuras de un niño y su entorno, entroncado en torno a una familia pudiente de costumbres muy religiosas y estricta de la epoca, la atmósfera que se respira y retrata a la perfección las costumbres en un pueblo rural en la profunda comarca murciana, las hermanas mayores, las criadas y el despertar a la pubertad del niño a la adolescencia y al sexo, sus inquietudes y sus miedos a lo nuevo a dejar el nido familiar para enfrentarse a la gran ciudad, y sus peripecias, en fin un libro ameno y sin desperdicio.

Lo recomiendo a todo aquel que quiera pasarlo bien, y de alguna manera recordar muchas vivencias y secuencias muy parecidas o similares de nuestra infancia y juventud.

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MIGUEL ANGEL - Ver todas las opiniones

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Hacía tiempo que no leía una historia real tan interesante para mi por varios motivos: conozco al autor y sé que todo lo que cuenta es verídico. Sus primeros años de vida en su pueblo y la descripción de su niñez y adolescencia, tiene un encanto especial: el retrato que hace de sus padres demuestra que está hecho con el corazón y es pura literatura de la buena, la que permanece en el tiempo, porque no es fruto del momento. Las descripciones sexuales, pese a su realismo, tienen sensibilidad poética que dulcifica. En fin, un libro que he leído con sumo interés casi de tirón. Lo recomiendo a los que quieran conocer el ambiente literario del Madrid de mediados de los cincuenta y sesenta, en los que el protagonista vive las postrimerías de la posguerra y malvive económicamente pero se curte de la adversidad y sale triunfante

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ratadri - Ver todas las opiniones

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Si nos ha encantado el libro, ha sido básicamente porque nos parece un acto de generosidad importante el compartir esas experiencias de años tan importantes en la vida de una persona de la manera que se muestra en la obra : fresca, limpia, sincera y sin tapujos. Obviamente, el libro es Carlos Bermejo puro. El toque de humor para tratar temas tabú es inefable, tiene muchísima gracia , y se disfruta mucho desde el principio hasta el final. Se lee de un tirón, y te quedas con ganas de más. Por todo ello, le felicitamos, y le deseamos que éste sea el comienzo de una exitosa carrera como escritor. Enhorabuena !!!!! Blanca, Adrián y Marita.

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José Ángel Castejón Sánchez - Ver todas las opiniones

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Libro autobiográfico escrito de forma sencilla por lo que su lectura resulta de lo más cómoda. El autor desnuda su alma ante el lector y le hace participe de sus inquietudes juveniles, del nacimiento del primer amor, de su despertar a la sexualidad, sus primeras experiencias sexuales y por fin del nacimiento del gran amor de su vida, con la mujer que ha compartido toda su vida.
Libros como este, sin recursos a retóricas enrevesadas resultan interesantes en un momento en que muchos autores pretenden conseguir un sillón en la Real Academia de la Lengua, con lenguajes que muchas veces se hacen poco inteligibles al lector.
En resumen, un libro con lenguaje fácil en el que brilla por encima de todo la sinceridad del autor.

or 

Alfonso Montalban - Ver todas las opiniones

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Es una historia muy interesante, que me ha gustado por la sinceridad y hasta crudeza con la que el autor describe sus primeros veintisiete años de vida, desde que tiene conciencia de si mismo, su despertar a la sexualidad y sus desengaños amorosos vividos en su pueblo natal y el Madrid de mediados de los cincuenta y sesenta, hasta que contrae matrimonio con la mujer que sigue amando cincuenta años después. La recomiendo y valoro al máximo por lo humano y singular de la historia y porque literariamente tiene mucha calidad, hasta el punto que me enganchó desde el primer capítulo y hasta el final.

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Alejandro Albert - Ver todas las opiniones

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Amenas y entretenidas historias entrelazadas entre sí, en las que como en un cuento para mayores , entran y salen personajes singulares que aparecen y desaparecen en la vida del protagonista narrador , con los que se le va despertando y descubriendo la sexualidad y el erotismo y que le llevan de fracaso en fracaso en su vida amorosa en la pubertad y adolescencia , hasta que después de muchas vicisitudes, encuentra a la mujer " de su vida" y se casa con ella tras cuatro años de noviazgo transcurridos en el Madrid de los primeros años sesenta y que constituyen una bella y singular historia de amor que no se consuma hasta que pasa por el altar como su madre siempre le recomendó.
Ameno e interesante , lo recomiendo a quien le guste la buena literatura.

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Carmen - Ver todas las opiniones

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Mi enhorabuena al autor por un libro tan bonito. Además, por lo que sé ahora también está disponible en papel.

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andres Romero - Ver todas las opiniones

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Me ha encantado, es muy ameno y de fácil lectura. Conozco los lugares que se comentan y se me ha quedado corto.

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Augustus "César Rubio Aracil" - Ver todas las opiniones

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En mi criterio, a la obra de Carlos Bermejo “Historia de yo”, le hace falta una profunda revisión gramatical para que pueda leerse sin los normales sobresaltos generados por algunos verbos irregulares mal empleados, el uso erróneo de la puntuación, determinadas faltas ortográficas tal vez debidas a fallos mecanográficos y, para mí muy importante, un uso semántico desafortunado en algunos casos, como asimismo una clara despreocupación sintáctica. No obstante estos fallos, perfectamente corregibles por quien, como Carlos Bermejo, sabe imprimir a su narrativa un vivo interés, el texto se lee (o al menos así es en mi caso) con agrado, quizá por tratarse de unas experiencias que en ocasiones, a lo largo de las páginas, nos señalan el rumbo de ciertos estados anímicos anclados en el tiempo que, como lectores, hemos olvidado. En resumen, creo que “Historia de Yo” se merece el esfuerzo de una corrección atenta.
César Rubio Aracil

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Lola - Ver todas las opiniones

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Sincero y humano, su lectura se hace muy amena y divertida, te sumerges de lleno en una vida ajena y casi acabas formando parte de ella. Qué le falta?? la continuación por supuesto. Carlos, esto no puede quedar así, espero que la segunda parte la lleves adelantada jejeje.Un abrazo, y gracias.

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LOLA - Ver todas las opiniones

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Me ha encantado y se lo recomiendo a toda persona. Me ha gustado tanto la historia en sí (hoy ya se ve lejana, pero que muchos hemos estado cerca de ella) . Es de esos libros que te hace disfrutar y olvidarte del tiempo, pues se lee muy rápido .Carlos Bermejo, aparte de un buen pintor, es un estupendo narrador y sabe como atraernos , meternos en su obra, en su vida más bien, nos deja escudriñar, y que nos olvidemos de todo. Muy recomendable. Mi más enhorabuena ¡¡

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uno de tantos - Ver todas las opiniones

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un libro ameno que se lee de un tirón, una vida para nada aburrida, recomendado para todos aquellos que quieran disfrutar de la lectura de un relato biográfico

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Cristina - Ver todas las opiniones

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La historia de toda una vida narrada con ese arte que desprende el autor. Con cada frase, cada pasaje, cada etapa, hemos vivido su camino. Disfrutando y sin poder dejar de leer, a pesar de mi escaso tiempo. ¡Enhorabuena Carlos por esta historia tan bonita! ¡Qué grande eres!

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Jose Antonio Cansado - Ver todas las opiniones

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Conozco al autor, Carlos Bermejo, en su triple faceta de escritor, crítico de arte y pintor. He leído muchos borradores de ensayos suyos no publicados, de sus principios allá por los madriles de finales de los cincuenta. Lo animé porque era su vocación a la que se entregaba al margen de su profesión. La vida nos separó, y volví a encontrarlo en esta bella Alicante, pero yo no como escritor, sino del como pintor. Tengo varios cuadros de él en mi casa. En "Historias de YO", veo dos partes muy definidas. En su primera parte narra, sin alardes literarios, porque le gusta más la sencillez que las florituras, la España de los cuarenta a los cincuenta y muchos. Los de esa generación, que hemos conocido el valor de un mendrugo de pan y la gazmoñería heredada del XIX, vivimos plenamente lo que escribe con nostalgia, recordando lo bueno y olvidando totalmente aquello que no nos gustaba. La segunda parte es consecuencia de la primera .El fruto que nos sembraron fue lo que recogimos: reprimidos, miedosos...etc. Terminando: El autor siempre dijo que él escribía por afición, y no para vender. Igual piensa de sus cuadros.

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mati zamorano - Ver todas las opiniones

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He disfrutado mucho con los recuerdos de Carlos Bermejo, contados con ternura, gracia y picardía, en un ejercicio que te hace recuperar muchos instantes pasados.
Un libro encantador.

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Bruno - Ver todas las opiniones

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 Increible la fluidez narrativa del autor, un libro recomendado al 100% en el cual lo único que deseas es que no se acabe tan pronto. Muy bien empleado el poco dinero que cuesta, un 10!

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EMI MAYORAL - Ver todas las opiniones

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Autobiografía amena, entretenida, de fácil lectura, te sitúa muy bien en la época, sin lugar a dudas una EXCELENTE NARRACIÓN, mis felicitaciones al escritor

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viviana getar - Ver todas las opiniones

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Esta autobiografía es clara sencilla y muy divertida, tiene pasajes que te harán sonrojar porque tiene mucha picardía y aunque no le conozcas al autor personalmente os puedo decir que en el libro se desnuda por completo, hay otra manera de conocer a una persona? ...
Felicidades Carlos! Leer tu libro me ha dado muchos momentos de alegría y me has arrancado más de una sonrisa.

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Sebastián Carrión Tomás - Ver todas las opiniones

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Carlos tu Historia de Yo. Es apasionante, me ha dejado muy buen sabor de boca pues solo he podido parar para comer, o sea que lo he leído de una sentada. Me lo he pasado bomba pues la manera de tu narrativa perfectamente hilvanada te va tirando de manera que no da lugar al descanso. Es bonica y apasionante, donde ves la historia del protagonista y de su pareja en la época de la posguerra. Enhorabuena, lo recomiendo a todo el que disfruta con la buena lectura.

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El autor nos hace disfrutar como si de una película se tratara, relatándolos todas y cada una de las experiencias de su vida, sin ningún pudor.

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BERTA VICENTE - Ver todas las opiniones

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Es una obra, que desde el principio no quieres dejar de leer, quieres saber más de historia de yo, que muchas veces pareces que estás leyendo tus propias vivencias.
Carlos ha sido muy valiente desnudándose íntegramente al contar todas sus vivencias.
Te deseo lo mejor para historia de yo,¡¡SE LO MERECE!!

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ana gonzalez esteve - Ver todas las opiniones

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Ciertamente, una magnífica autobiografía. Sincera y valiente. Divertida de leer por su fantástica narrativa, que, perfectamente hilada, lleva al lector de un pasaje a otro sin otra opción que la de avanzar en su lectura hasta llegar a un final que le deja con las ganas de una segunda parte que esperemos que llegue pronto. Muchísimas felicidades Carlos, se trata de una gran obra cuya lectura recomiendo. Un abrazo

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Loly González - Ver todas las opiniones

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Historia de YO me enganchó desde el primer momento, considero que Carlos Bermejo ha sabido dar forma a esta historia con su soltura habitual, lo cual la hace cercana, de forma que la vives junto a los protagonistas.
Mi más sincera enhorabuena y espero con impaciencia una segunda parte.

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luis sala luna - Ver todas las opiniones

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Me parece una autobiografía sincera y valiente digna de una persona comprometida con su pasado y que escarbando en su memoria nos retrotrae a vivencias que muchos tenemos en común con Carlos, persona sensible que gracias a su bagaje en la vida, ha podido llegar a ser una persona tan admirada, magnífico libro Carlos, enhorabuena.

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José Joaquín Fdez Bermejo - Ver todas las opiniones

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Me encanta, una oportunidad única de leer lo que siempre me han contado, todo un lujo.
Un abrazo
J. Joaquín Fdez
Estimado Carlos,
estoy encantado con tu libro, me lo he pasado genial leyéndolo, desde que empecé no he podido parar hasta terminarlo, siento decirte que casi todas las X me las ha desvelado mi madre, alguna ventaja tenía que tener por ser pariente, es una autobiografía muy valiente y amena, me he reído y apenado, he conocido a un SASTRE de bandera, todo un orgullo para nuestra gran familia.
Un fuerte abrazo

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Inmaculada - Ver todas las opiniones

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Ameno, entretenido y de fácil lectura.
Cinco estrellas por tu atrevimiento y por la extraordinaria mujer que tienes, LOLI, ¡ENHORABUENA!

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Juana López - Ver todas las opiniones

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El autor nos hace disfrutar como si de una película se tratara, relatándolos todas y cada una de las experiencias de su vida, sin ningún pudor.

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MARIA - Ver todas las opiniones

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y no te pongo cinco estrellas para que no te acomodes y sigas superándote en el caminar que siempre deseaste.